Día Mundial de las Abejas

20 de mayo: Día Mundial de las Abejas.

El día de hoy, como cada 20 de mayo, celebramos el Día Mundial de las Abejas. Este día tiene origen en el nacimiento del apicultor esloveno Anton Janša (20 de mayo de 1734), quien es considerado el pionero de la apicultura moderna y se celebra desde el año 2018 tras haber sido aprobado unánimemente por la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2017. En Argentina lo celebramos en el marco de la semana de la miel (14 al 21 de mayo de 2022).

 

¿Por qué celebramos el día de las abejas?

¿Qué hace que este peculiar insecto se haya ganado su reconocimiento? 

El día de las abejas es mucho más que una jornada de reconocimiento: es una jornada de concientización ya que las mismas tienen un rol fundamental en el ecosistema como agentes polinizadores.

Abeja en tamarisco

La polinización es el proceso por el cual un agente, en este caso la abeja, lleva el polen desde los estambres (órganos florales masculinos) hasta el estigma (parte de las hojas femeninas de la flor). El resultado del mismo es la producción de semillas y frutos. Alrededor de 70 de los 100 cultivos humanos son polinizados por abejas y se estima que un 90% de las plantas dependen de la polinización para su reproducción. Es por eso que la polinización es fundamental para el desarrollo y la supervivencia de los ecosistemas, el incremento de la producción agrícola y la biodiversidad. La apicultura también representa una fuente importante de sustento para muchas poblaciones rurales.

Las colonias de abejas se encuentran en peligro debido a múltiples factores, entre ellos:

  • Pesticidas
  • Sequías
  • Destrucción de sus hábitats
  • Déficit nutricional
  • Contaminación del aire
  • Calentamiento global

Teniendo en cuenta el rol que cumplen en la naturaleza, debemos tomar conciencia del daño que representa la disminución en sus poblaciones y promover acciones que ayuden a conservar sus hábitats. El cuidado de las poblaciones y promover su biodiversidad permitiría una mejor adaptación de los ecosistemas al cambio climático y a los desafíos que representa la alimentación del futuro, ya que la falta de las mismas tiene directa implicancia en la disponibilidad y calidad de los alimentos que consumimos.

¿Cómo podemos aportar con nuestro granito de polen?

  • Nuestro jardín: ya sea una pradera en nuestro patio o unas pequeñas macetas en nuestro balcón, cada flor cuenta. Una sola abeja visita mas de 1000 flores por día.
  • Evitar el uso de pesticidas o herbicidas
  • Comprar responsablemente: apoyando a productores locales y/o regionales
  • Respetarlas: una abeja pecoreadora (así llamamos a aquellas que recolectan el néctar y el polen) siempre está enfocada en su trabajo ya que le demanda un gasto considerable de valiosa energía. Por lo tanto, no tenemos que preocuparnos por sus ganas de picarnos ya que ese no es su rol en la colonia (¡sí!, cada una cumple una función diferente). Además, ella será quién guíe al resto de la colonia hacia la fuente de néctar con una “danza” muy particular.

Desde la CAP hoy seguimos acompañando y decimos ¡salvemos a las abejas!

Artículo redactado por la Editorial Pampero.
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